En ocasiones, cuando nos encontramos frente a campañas que nos piden firmar una petición, ya sea en papel o por vía Internet, hacemos insignificante nuestra propia firma y acción, o la tachamos de absurdo.
Pero hay que tener en cuenta que lo absurdo para unos, no lo es para otros.
Cuando los tanques de Hitler cruzaron la frontera de Polonia durante la Segunda Guerra Mundial, sin ningún impedimento, una anciana polaca salió a su encuentro furiosa y amenazándoles con un palo.
Un vecino, al verla así, la reprendió:- Es absurdo lo que haces. ¿No ves que no sirve de nada?
-Sí sirve - contestó la anciana muy segura -. ¡Sirve para dejarles bien claro de qué parte estoy!
Esta historia me ha hecho recordar la reflexión de Martin Luther King: "Lo que realmente me preocupa no es la maldad de los malos, sino el silencio de los buenos".
1 comentario:
Excelente vídeo. Deja muy claro en lo que se puede convertir una firma..
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